miércoles, 30 de junio de 2010

● Se LLama Obseción.

¿Es un capricho?, ¿Es una necesidad?, ¿Es constancia?, ¿Es lealtad?, ¿Es tenacidad?, ¿Es terquedad?, ¿Es obstinación?, ¿Es intransigencia?, ¿Cómo se llama eso que sentimos, y no se va ni con el tiempo?, ¿Es amor?, ¿Es una manía?, ¿Es ceguera?, ¿Qué es? ¿O es obseción?. Es muy fácil confundir amor con obsesión, pero no son lo mismo. El amor está en todo el cuerpo, la obsesión solo está en tu cabeza. Te encierra en tu burbuja, te aísla, te adormece. Cuando no hay amor aparece la obsesión, para aturdirnos, para hacernos creer que sentimos algo cuando en realidad no sentimos nada, porque estamos vacíos, vacíos de amor. El amor saca lo mejor de uno, y la obsesión lo peor. A veces podemos parecer valientes, arriesgados, y en realidad lo que nos empuja es estar ciegos, obsesionados. Por la obsesión se puede hacer cualquier cosa, se puede lastimar tanto… porque la obsesión al fin y al cabo es un medio para llegar a ningún lado, o para llegar demasiado lejos. Trampas en nuestra cabeza, y ahí vamos inocentes entregando nuestro cuerpo, creyendo que ese camino nos llevará hacia el amor justificando los medios por ese fin. Y en nombre del amor, matamos al amor. Por eso las obsesiones son tan peligrosas, porque es un lugar del que nunca se vuelve.

lunes, 28 de junio de 2010

● El Valor de la Palabra.


Hablamos mucho, pero no siempre entendemos el valor de las palabras. Una palabra puede ser más potente que una lluvia de misiles, porque una palabra dicha, o no dicha, gritada o susurrada puede desatar una revolución. Uno no se da cuenta de todo lo que tiene para decir hasta que empieza a decirlo. Las palabras están ahí, atrapadas en tu cabeza, quieren salir, quieren ser dichas, quieren ser gritadas. Cuando alguien me discute a full le termino dando la razón. Cuando estoy furioso con alguien le digo “nah, está todo bien”. Para eso sirven las palabras, para ocultar lo que sentís. Uno cree que las palabras dan respuestas, pero dan algo más poderoso: preguntas. Decir algo es muy potente, pero más potente aun es no decirlo. Porque el silencio también tiene palabras, pero son palabras guardadas, elegidas, que esperan pacientes el momento de ser reveladas. A veces solo hace falta abrir la boca para que se desate un huracán. Pero las palabras cuando llegan te despiertan. Las palabras pueden distraer, engañar. Las palabras son pensamientos que se convierten en acción. Las palabras están ahí, vírgenes, listas para ser usadas. Las palabras provocan, inquietan, movilizan. ¿De quién son las palabras que decimos? ¿A quién pertenecen? ¿A uno, a varios o a todos? ¿De qué sirven las palabras si uno las dice y nadie del otro lado las recibe? ¿Qué valor tiene una palabra si nadie la escucha? Sin palabras no hay silencios. Y sin silencios no hay palabras. Muchas veces no sabemos por qué callamos, y muchas más no sabemos por qué hablamos. Estamos en silencio, guardándonos las palabras hasta que algo o alguien nos hace hablar. Hay tantas palabras. Y sin embargo muchas veces nos quedamos mudos, sin saber que palabra usar. Dicen que una imagen vale más que mil palabras, pero cuando una palabra tiene valor puede contener mil imágenes. Pero no hay tal crisis, la palabra vale. Hay que creer y confiar en el valor de las palabras.

lunes, 21 de junio de 2010

● El Peor Enemigo.


¿Por qué nos lastimamos tanto? ¿Por qué la persona que más debería quererte es, a veces, tu peor enemigo? Todo el mundo lastima. Pero ¿por qué? ¿Por qué será? Lo demostremos o no, hay gestos, palabras y silencios que nos hieren profundamente. La gente es egoísta. Piensan en sí mismos y lastiman a los demás. Pero duele más cuando el golpe viene de un ser querido. ¿Por qué nos lastimamos así? Es como si el hecho de sufrir por alguien fuera la medida de cuánto lo amamos. Y a veces algunos hasta se sienten bien viéndonos sufrir por ellos. Eso los hace sentir... amados. ¿Pero por qué? ¿Por qué son así?. Es horrible. Es como si la persona que más amás fuera tu peor enemigo. Es así. La persona que más debería cuidarte, amarte, mimarte... es la que más te lastima.

sábado, 12 de junio de 2010

~







Yo te quiero a mi lado otra vez
y no sólo una hora o tres.
Ya no sé cómo hacerte entender que te quiero mucho más que ayer y
no te quiero sólo para estar una noche y nada más.

viernes, 4 de junio de 2010

F I E S T A ♥


¿Por qué nos gusta tanto la fiesta? ¿Por qué siempre nos aferramos a cualquier excusa para festejar? Aún sin motivos, fiesta. ¿Por qué será que siempre con cualquier excusa terminamos todos juntos y de fiesta? Nosotros vemos la muerte que nos rodea, pero elegimos mirar la vida, la vida que está ahí, abriéndose paso en medio de la desolación. Nosotros no miramos el espanto, miramos siempre la belleza, la belleza que está ahí siempre para ser admirada. Tenemos un fuego, una llama que nunca se apaga. Aún en las situaciones más extremas nosotros gritamos “fiesta”. En la vida hay momentos felices y de los otros. En esos momentos feos nosotros lloramos y sufrimos como cualquiera, pero también reímos, bailamos y cantamos, porque la fiesta nos da fuerzas, nos da vida, nos vuelve creativos y poderosos. Por eso hoy hay fiesta.

miércoles, 2 de junio de 2010



Con acercarse a la victoria se conforma un perdedor.